Diseñado porMuneyuki Yokouchi . Ilustrado porOsamu Inoue . Publicado por Hobby Japan. Editado en español por Maldito Games
Introducción
Juegos de bazas, gatos y física cuántica, el combo explosivo que no pensaste que se pudiera dar está entre nosotros. Y cuando digo explosivo lo digo en serio.


Cómo se juega
En los juegos de bazas tradicionales, los jugadores juegan una carta por turno siguiendo el palo que jugó el primero, y la mejor, generalmente la más alta, gana la baza. Suele haber un palo dominante que vence a los demás, pero solo se puede zafar de jugar el palo que bajó el primer jugador cuando no se tienen en mano cartas de ese palo. El objetivo suele ser ganar la mayor cantidad de bazas y a veces se apuesta por la cantidad que se ganarán en la ronda.
En Cat In The Box lo revolucionario es que las cartas no tienen palo, solo números y el palo, o color en este caso, será elegido por el jugador que juega primero en cada baza. En este caso, el resto decide si juega respetando el color o cambia. El tema es que si declara no tener ese color deberá ser consistente el resto de la ronda y no podrá volver a jugarlo. Cada carta que se juega se marca en el tablero con una ficha del jugador para llevar el registro. Puede pasar que al llegar al turno de un jugador este no pueda jugar cartas porque de los colores que aún puede jugar los números ya fueron jugados. En ese caso ocurre una paradoja y la ronda termina inmediatamente. El jugador que la generó perderá tantos puntos como las bazas hechas. El resto los ganará, pero además, al principio de la ronda los jugadores apuestan cuantas bazas harán y si aciertan también puntúan por las fichas adyacentes colocadas en el tablero.


Impresiones
No soy muy fan de los juegos de bazas y por eso mi aproximación a Cat in the Box fue cautelosa, pero debo admitir que quedé cautivado al finalizar mi primera partida. El experimento teórico del gato de Schrodinger queda perfectamente plasmado aquí y da un vuelco al género sin corromper la esencia. Mucho hay de leer a los jugadores y mucho más aún de calcular las cartas en juego, pero también hay gambeta y apuesta como en todo gran juego de cartas. No solo pasó a ser mi favorito de bazas (que no era mucho decir) sino que lo considero un juego redondo que podría colarse entre mis favoritos de este año.
